En el sexto año de la Hegira, el Mensajero de Alá (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) anunció su intención de hacer `Umrah y partió con 1.400 hombres, sin armas excepto por la espada envainada portada normalmente por un viajero. Sus compañeros llevaban con ellos los animales para el sacrificio. Cuando Quraish supo de esto, se reunieron para impedirles que llegaran a la Mezquita Sagrada (al-Masyid al-Haraam).
Relató Abu Al-'Abbas, 'Abdullah Ibn 'Abbas (que Allah esté complacido con él) que un día montando detrás del Profeta (la paz sea con él) me dijo: ¡Oh joven!, He de enseñarte unas palabras: Protege a Alá, que él te protegerá. Protege a Alá y lo encontrarás ante ti. Si has de pedir algo, pídeselo a Alá, y si necesitas ayuda, acude a Alá, y sabe que si toda la gente se reuniera para beneficiarte en algo, no te beneficiarían excepto en lo que Alá haya destinado para ti, y si se reunieran para perjudicarte en algo, no te perjudicarían salvo con algo que Alá haya destinado sobre ti. Las plumas (calamos) se han levantado y las hojas se han secado”.
En otro relato dice: “Protege a Alá, lo encontrarás ante ti, acuérdate de Alá en el bienestar que él se acordará de ti cuando estés en dificultades. Y sabe que en lo que has fracasado no podía haberte tocado. Y que lo que te ha tocado no podrías haber fracasado. Y sabe que la victoria llega con la paciencia, que el alivio viene luego del inconveniente y que con la dificultad surge la facilidad”. Transmitido por Tirmidhi, quien dijo que es un Hadiz Hasan-Sahih (aceptable y auténtico)