El profeta de la misericordia Site

Liga del Mundo Islámico - Organismo Mundial para la Presentación del Mensajero

Fasting in Shawwal

dichos del Profeta

Mensaje del Profeta

  • Abu Nayij al-'Irbad Ibn Sariah (que Allah esté complacido con él) dijo: Cierta vez nos exhortó el Mensajero de Alá (la paz sea con él) de forma tal que los corazones temblaron y los ojos lloraron. Dijimos ¡Oh Mensajero de Alá! parece una exhortación de despedida, así que aconséjanos. Dijo: “Os aconsejo temer a Alá, escuchar y obedecer aunque os gobierne un esclavo, ya que quien viva de vosotros ha de ver muchas discrepancias. Así pues que, apegaos mi Sunnah y la Sunnah de los califas rectos y guiados, aferraos a ellas con los dientes, y evitad las innovaciones, porque toda innovación es un desvío, y todo desvío tiene por destino el fuego”. (Transmitido por Abu Dawd y Tirmidhi, quien dijo: Es un hadiz Hasan-Sahih (aceptable y auténtico)

Attached images

m029.jpg
m029.jpg

En Shawwal del quinto año, tuvo lugar la batalla de al-Ahzaab,[1] también conocida como la batalla de al-Jandaq[2]. Los antecedentes de esta batalla fueron que el Profeta (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) había expulsado a los judíos de Bani an-Nadhir de Medina el año anterior debido a su intento de asesinarlo. Entonces, un grupo de sus nobles fueron a La Meca e incitaron a Quraish a luchar en contra del Mensajero de Alá (la paz y las bendiciones de Dios sean con él), prometiendo ayudarlos en contra de él. Quraish respondió positivamente y estuvo de acuerdo en luchar contra él. Ellos fueron donde Bani Ghatafán y Bani Sulaim, incitándolos también, y ellos aceptaron de la misma forma. Luego de eso fueron a las restantes tribus árabes, convocándolos a luchar en contra del Mensajero de Alá (la paz y las bendiciones de Dios sean con él).

Quraish partió con cuatro mil soldados liderados por Abu Sufián. Tomaron con ellos trescientos caballos y 1.500 camellos. Setecientos de Bani Sulaim se les unieron en Marr az-Zahran, como lo hicieron mil del Bani Asad y Fazarah, cuatrocientos de Asya` y cuatrocientos de Bani Murrah. El total de guerreros que se reunieron para la batalla de al-Jandaq era de 10.000.

Cuando el Mensajero de Alá (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) supo de su avance desde La Meca, consultó a la gente. Salman al-Farisi sugirió cavar una trinchera para prevenir que el enemigo entrara a Medina, y el Mensajero de Alá (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) ordenó que así se hiciera. Los musulmanes empezaron la excavación, y el Mensajero mismo participó en ella. La trinchera fue excavada en frente del Monte Sal`, y los musulmanes mantuvieron la montaña a sus espaldas con la trinchera entre ellos y los incrédulos. Terminaron la trinchera en el lapso de seis días, entonces el Profeta (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) y sus seguidores, cuyo número era de tres mil, estaban fortificados. El Profeta (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) ordenó que las mujeres y los niños fueran mantenidos en una fortaleza dentro de Medina.

Al-Baraa’ ibn `Azib (Allah esté complacido con él) narró: “Estábamos cavando la trinchera cuando llegamos a un inmensa y dura roca la cual no podía ser rota por las picas. La gente se quejó de ello ante el Profeta (la paz y las bendiciones de Dios sean con él). Cuando  la vio tiró a su lado su manto, tomó el hacha y dijo: “Bismillah”  la golpeó una vez y un tercio de ella se rompió. Él dijo:”Alláhu akbar! Me han sido dadas las llaves de Siria, y por Alá, yo puedo ver ahora sus palacios rojos.” 

Luego la golpeó una segunda vez y otro tercio se rompió. Entonces dijo: “Aláhu akbar! Me han sido dadas las llaves de Persia, y por Alá, puedo ver el palacio blanco de al-Madaa’in.”  Luego  la golpeó una tercera vez y el resto de la roca se rompió. Entonces dijo: “Aláhu akbar! Me han sido dadas las llaves de Yemen, y por Alá, puedo ver ahora las puertas de Sanaa desde mi lugar.”

Huiai ibn Ajtab fue a donde la tribu Bani Quraidhah, quienes tenían un pacto con el Mensajero de Alá (la paz y las bendiciones de Dios sean con él), y continuó presionándolos hasta que ellos rompieron el acuerdo y se unieron con los politeístas en la guerra en contra del  Mensajero(la paz y las bendiciones de Dios sean con él) de Alá. Las dificultades se incrementaron para los musulmanes y la hipocresía apareció. Algunos de la tribu Bani Harizah pidieron el permiso del Profeta (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) para retornar a Medina, diciendo que sus hogares estaban desprotegidos. Pero Alá (Todopoderoso)reveló:

“Y cuando un grupo de ellos dijo: ¡Oh, gente de Iazrib [antiguo nombre de Medina]! Esto es un mal para vosotros. ¡Mejor volveos! Y un grupo de ellos pidió autorización al Profeta diciendo: “Por cierto que nuestras casas quedaron desprotegidas”; pero sólo querían huir del enfrentamiento”. (33:13)

La tribu de Bani Salamah también pensó en rendirse, pero Alá (Todopoderoso)mantuvo las dos partes estables.

Los politeístas continuaron el sitio del Mensajero  de Alá (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) por un mes pero ninguna batalla directa ocurrió debido a la trinchera por la cual Alá (Todopoderoso)impidió que ellos alcanzaran a los musulmanes. Los biógrafos del Profeta (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) relataron:

“El temor se tornó intenso uno de los días de la batalla de “al-Jandaq”; la gente se desanimó y temieron por sus niños y propiedades. Los politeístas estaban buscando una parte poco profunda en la trinchera a través de la cual sus caballos pudiesen cruzar y unos pocos de ellos lograron hacerlo. Entre ellos estaba `Amr ibn Wudd, quien hizo un llamado por un duelo aunque era un hombre de setenta años de edad. `Ali (Allah esté complacido con él) aceptó su desafió y lo mató.

Para la mañana siguiente, una gran compañía se había reunido entre los cuales estaba Jalid ibn al-Walid (Allah esté complacido con él). Escaramuzas e intercambios de flechas continuaron hasta la noche y el Mensajero de Alá (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) no fue capaz de orar ese día hasta luego de la puesta del sol. Él mismo  dijo (la paz y las bendiciones de Dios sean con él):

“Ellos nos impidieron la oración de la mitad [de la tarde]; que Alá llene sus casas y tumbas con fuego.”

Luego Alá (Todopoderoso)produjo algo que causó un retroceso al enemigo y rompió su unidad. Na`im ibn Mas`ud (Allah esté complacido con él) había acogido el Islam, algo que era desconocido para los politeístas y los judíos. Él visitó a Quraish y Bani Quraydhah repetidas veces engañándolos con falsa información causando desconfianza entre ellos. Luego, Alá (Todopoderoso)envió un violento viento, y Abu Sufián (Allah esté complacido con él) dijo a sus compañeros: “Ustedes no están en un campamento seguro; los camellos y los caballos están agotados, Bani Quraidhah nos ha dejado, y hemos sido afligidos por el viento como ustedes pueden ver. Entonces vuélvanse, pues yo estoy partiendo”. Tres de los politeístas habían muerto y seis entre los musulmanes.[3]

 

--------------------------------------------------------------------------------

[1] i.e., los aliados.

[2] i.e., la Trinchera.

[3] Ver Al-Wafa bi-Ahwaal al-Mustafa, pp.713-714, y Zad al-Ma`ad, 3/269-275.

síganos

Find El profeta de la misericordia Site on TwitterFind El profeta de la misericordia Site on FacebookFind El profeta de la misericordia Site on YouTubeEl profeta de la misericordia Site RSS feed