El nacimiento del Profeta Fue en el año 570 de la Era Cristiana que el Profeta Muhammad, que la paz y la bendición de Dios lo acompañen, nació en la Meca, una ciudad de la actual Arabia Saudita. Su padre, Abdullah, era el tátara nieto de Qusayy, el fundador de La Meca, y pertenecía a la familia Hashimita de Quraish. Su madre, Amina, era descendiente del hermano de Qusay. Regresando de una caravana de Siria y Palestina, Abdullah se detuvo a visitar a unos parientes en un oasis del norte de La Meca, enfermó y luego murió meses antes del nacimiento de su hijo.
Relató Abu Dharr (que Allah esté complacido con él) que algunos de los compañeros del Mensajero de Alá dijeron al Profeta (la paz sea con él): ¡Mensajero de Alá! Los ricos se han quedado con todas las recompensas, rezan como nosotros, ayunan como nosotros y dan en caridad lo que sobra de sus bienes. Dijo: “¿Es que acaso, Alá no os ha dado con que hacer caridad?, pues por cierto que decir subhanalla (Glorificado sea Alá) es caridad, decir Allahuakbar (Alá es el Supremo) es caridad, decir Alhamdulillah (las alabanzas pertenecen a Alá), decir La ilaha illa Allah (No hay dios sino Alá) es caridad, y ordenar el bien es caridad, así como prohibir el mal es caridad; Asimismo, en cada acto sexual de uno de vosotros hay caridad”. Dijeron asombrados: ¡Mensajero de Alá!, ¿Acaso satisfaciendo uno su deseo, se hace merecedor de recompensa? Dijo: “¿Acaso, si lo satisficiera ilícitamente, no se haría merecedor de castigo? pues de la misma manera, si lo satisface legalmente será recompensado”. (Transmitido por Muslim)